sábado, 4 de mayo de 2013

La cadera como expresión de arte abstracto


Si la radiografía de mi cadera fuera en colores sería considerada una obra de arte y valdría millones, como los cuadros de Picasso. 

Al parecer, junto la multiplicación de los panes y los peces, la separación de las aguas del Mar Rojo para que los judíos llegaran a Egipto, y que mi mamá terminara su tesis doctoral, según criterio médico, que yo me ponga en pie, camine –e incluso corra-, viene a ser como cuando se levantó Lázaro, uno de los grandes milagros de la historia de la humanidad.

Seguramente el hecho de que cada hueso acabara para un lado tras el accidente, con la cabeza del fémur suelta por ahí, creando las osadas formas que pueden apreciar, explique que haya días que, sin motivo aparente, me levante cojeando y con una pata la mitad de larga que la otra –y la mitad de larga de lo que era el día anterior-, igual que el inspector Gadget.

Mi “tumbao” tiene asimismo ligeras variaciones dependiendo del momento del día, la intensidad de la luz y el grado de humedad atmosférica. En cualquier caso tiene sus ventajas ya que no es lo mismo preguntar: "Señora, ha visto pasar por acá una perrita?" a preguntar: "Señora, ha visto pasar por acá una perrita coja?". Además, si me moviera como los demás no sería una perrita famosa, no me conocerían todos los bachilleres de los Cerros Orientales de Bogotá, las cabezas no se girarían a mi paso para apreciar mi “caminao”, y mi mamá no se reiría tanto -aunque entonces tampoco estaría preocupada por mi movilidad a veces-.

Una vez que ya sabemos, con pruebas fehacientes, que lo de mi cadera no tiene remedio en el plano médico, esperemos que se me pase pronto el trauma que me produjeron al sacarme la radiografía y recobre por completo mi movilidad, y que a mi mamita se le vaya borrando de la memoria este cuadro que les presento para que siga disfrutando al verme correr y escalar igual que antes, cuando vivíamos en la ignorancia. 

6 comentarios:

  1. seguro que si guapisima, que tú mama pensará solo en lo afortunadas que sois las dos desde el día que vuestro camino se cruzo, todo pasa por algo en esta vida, si tú no hubieras tenido ese accidente, tú mamita tal vez no se tendría fijado en ti, y ahora estarías en otro lugar, y ella estaría solita.. asi que nada Linda, a recuperarse pronto y olvidar los tiempos menos buenos para disfrutar de los que vienen. :) un abrazo para las ambas

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  2. Si, mi mamá lo pensaba a menudo cuando mi movilidad representaba un verdadero reto, y le daba mucha lástima verme así, y deseaba angustiada que ojalá hubiera pasado por allá dos meses antes para haberle "librado" de eso: si yo no hubiera tenido el accidente no habría estado muerta de hambre de modo que ella ni me habría visto, o no habría sentido el impulso de sacarme de allá y nada de todo esto hubiera pasado... Las cosas son así y no se pueden cambiar, solo queda hacer lo mejor de lo que hay... Ella ya lo ha interiorizado y ya no siente pesar sino que incluso le encanta mi estilo particular de hacer las cosas :) Muchas gracias por tus palabras, María José, y otro abrazo de vuelta!

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  3. La verdad es que el parecido entre el cuadro y tu casera pucassiana es tremendo!!! Eres una joyita

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  4. Cadera picassiana!!!!
    Soy raqué

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