martes, 14 de mayo de 2013

Esa chica con bigote...

Por mi mami he sabido que, en los últimos días, y debido a mi insistencia en cierta conducta agresiva que está empezando a desesperarla seriamente, se hacen hipótesis por medio mundo con objeto de crear un patrón y predecir a quien voy a ladrar, perseguir desaforada y, como colofón, intentar morder los tobillos... 

Para desvelar a las masas este gran misterio les confieso que, a grandes rasgos, sigo los lineamientos establecidos por dos de los hijos predilectos de las dos culturas que mamé debido a los orígenes españoles y árabes de mi "lideresa" de la manada: el General Francisco Franco y Osama bin Laden.



Vean, sin ir más lejos, quien tenía la calidad de persona non grata en el régimen de mi apreciado General, lo que se recogía magistralmente en la Ley de Vagos y Maleantes del año 1933:

Art. 6.2: « A los rufianes y proxenetas, a los mendigos profesionales y a los que vivan de la mendicidad ajena, exploten menores de edad, enfermos o lisiados, se les aplicarán (...) las medidas siguientes:
a) Internado en un establecimiento de trabajo o colonia agrícola.
b) Prohibición de residir en determinado lugar o territorio y obligación de declarar su domicilio.
c) Sumisión a la vigilancia de los delegados.

A lo que yo añado: 

d) Ladridos y persecuciones feroces cuando entren en el radio de mi hocico»

Conste que no aplico la reforma de 1945 que, incluía a los homosexuales. Mi especial cariño por este colectivo, del que provienen muchos de mis grandes amig@s y los de mi mamá tiene su raigambre en la permisividad propia de gran parte del mundo árabe, mi otro ámbito de influencia.  De esta cultura, sin embargo, he tomado mi animadversión por los ladrones –los reconozco porque suelen llevar encima los dispositivos musicales que acaban de robar y huyen siempre corriendo o sobre artefactos rodantes, como bicicletas o patinetas-. Como integrante de honor de la Comisión para la promoción de la virtud y la prevención del vicio de varios países, persigo igualmente a borrachos y personas bajo los efectos de cualquier tipo de sustancia, que puedo oler a kilómetros, ya que, como uds. saben, ello contraviene frontalmente los mandatos de la ley islámica.…  Debido, sin embargo, a mis orígenes tropicales, mi elevado nivel de hormonas femeninas s y a mi incomparable sex-appeal en el parque -que atraigo sin remisión hasta a los perros castrados-, tolero bien a los adúlteros, consumidores de pornografía y hasta a los que besan mal, pero sin embargo no tolero ni a los negros altos con pelos de punta y gafas de sol, ni a los paquistaníes que venden cerveza en la playa incitando al crimen.  

Algún día con mis ladridos llamaré la atención sobre un delincuente bien importante, del nivel de Jack el Destripador o Milosevic… En ese momento dejaré de ser una incomprendida y no seré amonestada más; mi olfato y mi intuición serán asegurados por millones de dólares y pasaré a trabajar con uniforme y galones para las fuerzas del orden. Al igual que los «Precogns» en la película de Minority Report -que mi mami pone a sus estudiantes-, anticiparé el delito por el olfato y ayudaré a salvar millones de vidas, solo que yo, en lugar de nadar en una piscina, patrullaré por las calles de las ciudades más calientes del planeta,con mi mamá de la correa al lado, y los servicios de inteligencia detrás, para dar caza a los más temidos delincuentes del mundo. 





PD: Si quieren saber quien me puso este bigote y está detrás de los montajes de fotografías denle un gran lametazo a la artista Anabel Rincón :D

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