Para desvelar a las masas este gran misterio les confieso que, a grandes rasgos, sigo los lineamientos establecidos por dos de los hijos predilectos de las dos culturas que mamé debido a los orígenes españoles y árabes de mi "lideresa" de la manada: el General Francisco Franco y Osama bin Laden.
Vean,
sin ir más lejos, quien tenía la calidad de persona non grata en el régimen de
mi apreciado General, lo que se recogía magistralmente en la Ley de Vagos y
Maleantes del año 1933:
Art. 6.2: « A los rufianes y proxenetas, a los mendigos
profesionales y a los que vivan de la mendicidad ajena, exploten menores de
edad, enfermos o lisiados, se les aplicarán (...) las medidas siguientes:
a) Internado en un establecimiento de trabajo o colonia agrícola.
b) Prohibición de residir en determinado lugar o territorio y obligación
de declarar su domicilio.
c) Sumisión a la vigilancia de los delegados.
A
lo que yo añado:
d) Ladridos y persecuciones feroces cuando entren en el
radio de mi hocico»
Conste
que no aplico la reforma de 1945 que, incluía a los homosexuales. Mi especial cariño
por este colectivo, del que provienen muchos de mis grandes amig@s y los de mi mamá tiene su raigambre en la
permisividad propia de gran parte del mundo árabe, mi otro ámbito de influencia. De esta cultura, sin embargo, he tomado mi animadversión
por los ladrones –los reconozco porque suelen llevar encima los dispositivos
musicales que acaban de robar y huyen siempre corriendo o sobre artefactos
rodantes, como bicicletas o patinetas-. Como integrante de honor de la Comisión
para la promoción de la virtud y la prevención del vicio de varios países,
persigo igualmente a borrachos y personas bajo los efectos de cualquier tipo de
sustancia, que puedo oler a kilómetros, ya que, como uds. saben, ello
contraviene frontalmente los mandatos de la ley islámica.… Debido, sin embargo, a mis orígenes
tropicales, mi elevado nivel de hormonas femeninas s y a mi incomparable
sex-appeal en el parque -que atraigo sin remisión hasta a los perros castrados-,
tolero bien a los adúlteros, consumidores de pornografía y hasta a los que
besan mal, pero sin embargo no tolero ni a los negros altos con pelos de punta
y gafas de sol, ni a los paquistaníes que venden cerveza en la playa incitando
al crimen.
Algún
día con mis ladridos llamaré la atención sobre un delincuente bien importante,
del nivel de Jack el Destripador o Milosevic… En ese momento dejaré de ser una
incomprendida y no seré amonestada más; mi olfato y mi intuición serán
asegurados por millones de dólares y pasaré a trabajar con uniforme y galones
para las fuerzas del orden. Al igual que los «Precogns» en la película de
Minority Report -que mi mami pone a sus estudiantes-, anticiparé el delito
por el olfato y ayudaré a salvar millones de vidas, solo que yo, en lugar de
nadar en una piscina, patrullaré por las calles de las ciudades más calientes
del planeta,con mi mamá de la correa al lado, y los servicios de inteligencia
detrás, para dar caza a los más temidos delincuentes del mundo.
PD: Si quieren saber quien me puso este bigote y está detrás de los montajes de fotografías denle un gran lametazo a la artista Anabel Rincón :D
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