lunes, 25 de febrero de 2013

“La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma” (A. Lavoisier)


Es por eso por lo que los cuatro kilos que he ganado en mis dos primeras semanas en casa los ha perdido mi mamá a base de salir corriendo de la universidad a mediodía sin almorzar para llevarme a dar un paseo varias veces al día e ir ejercitándome (mi mamá está convencida de que voy a volver a caminar bien, pese a todos los pronósticos); y poder darme mis cuatro platazos de comida diarios de carne e hidratos de carbono enriquecidos con vitaminas y aceite de oliva –¿mencioné ya que mi mamita es española?-, porque mi piel está muy seca y me rasca aunque ya no tengo pulgas, y mi pelo no tiene brillo, es áspero y se cae…

Y es por eso por lo que, en el momento en que yo entré en su vida, ella se olvidó de sus dolencias: a saber, una tremenda gastritis nerviosa provocada por la interminable espera -diez meses- en los no supo si venía a vivir a Colombia –o si se quedaba en España o se iba a otro lugar- y si había conseguido su plaza como profesora en la Universidad de los Andes. Debido a la demora, tuvo que abandonar su sueño de irse de viaje varios meses por el mundo y acabó cortándose el pelo de la puritica frustración.

Ya ni volvió a ir al médico por ese tema -y ya le está creciendo el cabello de nuevo- aunque, a cambio, no hay día que no hable con un veterinario desde entonces… 

3 comentarios:

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  2. Querida Linda, mientras tu engordas tu mamita adelgaza así que ponte el delantal y a cocinar se dijo! si ella llega corriendo de la Universidad no la dejes salir sin que ella coma. Aulla, orínate si es posible pero si ella se pone más flaca después tu la terminaras cuidando...

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  3. Pero eso sólo fueron las primeras semanas, lo que pasa es que ella es muy delgadita ya de por sí... Ya poco a poco va llegando a su peso de antes de conocerme: sus tremendos 50 kg!

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